Un verdadero paseo para hacer en moto y disfrutarlo.  El final, en Bovec llegas a una escarpada montaña en la que puedes subir aprovechando el remonte de la estación de esquí.

Recomiendo pararse en los pueblecitos que vamos encontrando. En la gran mayoría hay letreros en los que se ofrece alojamiento y desayuno a moteros.  sin duda es una zona de moto por excelencia, así que ideal!

De nuevo el calor es asfixiante. No quiero ni mirar la temperatura. Eso sí, he salido en mamá corta y pantalones finos.

El río que acompaña el recorrido que os he comentado es de color esmeralda y vale la pena mirarlo durante un rato.

Por cierto, los precios tremendamente baratos para lo qué estamos acostumbrados. Por ocho euros comes como un campeón de carta.

Hoy un anciano en vespino me iba dando bocinazos y daba saltos señalando la Guzzi. Imagino que le recordaba sus tiempos mozos de antaño.

Como es de rigor, dejo algunas fotos. Más adelante volveré a editar este post, junto al resto para terminar de escribir lo que falta y comentar las fotos como debe ser.